La Kombutxa y sus propiedades

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¿Qué es la kombutxa?

La kombucha o té kombucha es una bebida a base de té fermentado en un ecosistema de bacterias y levaduras (se conocen como SCOBY).

El té kombucha se cree que proviene de Oriente, aunque no está del todo claro. Lo que sí se sabe que tiene un origen milenario y que en el siglo XIX ya se consumía en Rusia y fue introducido a principios del siglo XX en Europa por unos científicos.

El té kombucha prometía longevidad y bienestar. Hoy en día, el té kombucha es apreciado por su alto contenido de vitaminas, sobre todo vitaminas del grupo B, por sus propiedades probióticas y porque facilita la digestión, entre otros beneficios para la salud intestinal y la salud en general.

El té kombucha se puede consumir sólo como una bebida refrescante, combinado con zumo de fruta o con cualquier bebida y también como ingrediente en aderezos para ensaladas, en salsas y en abonos dulces y salados.

El kombucha tiene un ligero sabor agridulce y crea una sensación de hormigueo en la boca. Cuanto más tiempo se fermenta el té (hasta 4 semanas), su sabor recordará el vinagre. Para conseguir un sabor más dulce el periodo de fermentación debe ser más corto (5-10 días). A algunos les recuerda a la sidra o incluso al cava.

La kombucha se ha convertido en una firme candidata saludable a sustituir los tradicionales refrescos azucarados.

Propiedades de la kombucha

Como todos los fermentados, kombucha es, principalmente, una bebida viva, probiótica (rica en levaduras y bacterias beneficiosas). Además de las virtudes que suponen el consumo de probióticos, la kombucha va mucho más allá.

Ayuda a el sistema digestivo -base de la inmunidad y el buen estado mental y, además, es un potente desintoxicante ya que optimiza la función de hígado para que pueda deshacer con más facilidad los tóxicos (alimentarios, ambientales, hormonales …). Así, tomar kombucha ayuda a adelgazar, contribuye a superar la resaca y ayuda a digerir comidas abundantes. Los antioxidantes que contiene también ayudan a ralentizar el envejecimiento, siendo un potente antiaging. Además, es rico en vitaminas, minerales, enzimas y ácidos orgánicos.

Esta bebida tiene la capacidad de beneficiarse si los consumimos regularmente.

Al ser una bebida elaborada con té y teniendo cierto nivel de tenía (cafeína) procedente de la infusión, también es revitalizante y / o energizante. Nos aporta vitalidad. Pero debemos tener en cuenta que si somos susceptibles a las bebidas estimulantes, tomar kombucha después de ciertas horas de la tarde o tomar kombucha en cantidades elevadas puede hacer que nos cueste conciliar el sueño como volvemos a explicar más adelante.

Al no contener lactosa, está indicadas para personas con alergias e intolerancias alimentarias (lactosa y gluten).

Composición de la kombutxa

  • Aminoácidos, necesarios para la fabricación de proteínas.
  • Levaduras beneficiosos(Mejoran el sistema inmunitario y luchan contra otras levaduras como las cándidas)
  • Bacterias que contribuyen a la diversidad de la flora intestinal
  • Encimas(Vitales para la vida, ayudan a la digestión y en el metabolismo)
  • Vitamina B (Ayuda a la formación de glóbulos rojos)
  • Vitamina B6 (Ayuda a metabolizar y absorber los aminoácidos)
  • Ácid glucònico, que tiene efecto alcalinizante, activa la producción de ácido glucurónico en el hígado, con efectos desintoxicantes.
  • Ácido láctico. Previene el crecimiento de bacterias patógenas y también activa la producción de glucurónico.
  • Ácido acético. Equilibra el pH, tiene efectos antimicrobianos, estabiliza el nivel de azúcar en sangre y activa la producción de glucurónico. Además, retrasa la metabolización de los carbohidratos y ayuda a adelgazar.
  • Ácido sacárico: inhibe la glucuronidasa, que interviene en el proceso de glucuronidación de hígado.

Cómo hacer kombucha

Hacer kombucha es relativamente fácil, ya que su preparación no guarda grandes secretos. Sólo se necesitan el hongo kombucha llamado Scoby (te lo puede facilitar alguien que haga kombucha o lo puedes comprar en una herboristería), agua (preferiblemente agua mineral o proveniente de fuentes naturales), azúcar y té.

Hacemos el té, que puede ser té negro, verde o cualquier otro, tener en cuenta no utilizar otras variantes de té pero que en realidad son otras plantas (como el Rooibos, llamado «té rojo sudafricano»). Dejar enfriar, previamente colado y añadimos el azúcar. La proporción es de 50 gramos de azúcar por cada litro de té.

Una vez hecha esta mezcla la vertemos en un tarro de cristal lo suficientemente grande para que quede un poco de aire. Añadimos el hongo kombucha por encima para que quede flotando. En todo momento vamos a evitar el contacto con el metal, ya que podría alterar la química de la mezcla de forma negativa.

El scoby veremos que va creciendo cada vez que producimos más. Puede ser cortado, preferiblemente con un cuchillo cerámico o similar, o recubierto, como estos que se utilizan para que las frutas cortadas no se oxiden.

Se le puede añadir frutas para mejorar su sabor, aunque consumido como está también es delicioso.


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PorDavid

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